Gane quien gane, todos salimos perdiendo

Creo que todos estaremos de acuerdo en que en España, ya no existe ni la izquierda ni la derecha, ambas pertenecen al mismo negocio. El mayor ejemplo de esto se podía ver en Caja Madrid, (Ahora Bankia), ya que allí dentro vivían felices tanto izquierdas como derechas.

Hemos llegado a un punto, en el que los ciudadanos estamos totalmente desencantados de la actual clase política, con la sensibilidad a flor de piel y en el que solamente pedimos justicia social. Hartos de escuchar discursos vacíos y con la urgencia de unos políticos que no se miren al ombligo.

La política española necesita una urgente regeneración total, con gente honrada, comprometida y coherente con las causas de defienden. Lo que está claro, es que tanto el PP como el PSOE o cambian o desaparecen. 

Estamos llegando a unos extremos gracias a los cuales está empezando a surgir gente como Ada Colau o Beatriz Talegón, jóvenes que independientemente de las ideas políticas que tengan y del partido al que pertenezcan, me hacen saber que aún hay esperanza porque todavía quedan jóvenes con las ideas muy claras, que saben lo que quieren y que se desmarcan de la línea sectaria que protege a todos los partidos políticos actuales, llamando la atención con palabras valientes a tanto político descomprometido.

Es una verdadera lástima que a esta gente, nunca le dejarán llegar a los puestos de dirección, aun sabiendo que son jóvenes y que están muchísimo más preparados que sus dirigentes, pero sobre todo, más limpios.

A los políticos de hoy en día, les quitan el estado de bienestar y con él desaparecen todas sus ideologías. Pero la culpa no sólo la tienen ellos, también los ciudadanos tenemos parte de responsabilidad, ya que somos borregos que votamos a un partido con tal de que no gobierne el otro. Y encima, no aprendemos que este patético bipartidismo, que no es otra cosa que la justificación para que en las elecciones, tanto PP como PSOE secuestren nuestro voto en las urnas.

Hasta que no vea una auténtica regeneración en ambos partidos, con una política cercana a la ciudadanía,  no les votaré. Pero eso no será hasta que no haya verdaderos dirigentes, de derechas, de centro o de izquierdas, a estas alturas eso ya me resulta indiferente… se lo resulta incluso a ellos, que ya no recuerdan ni lo que son…  Lo que realmente importa ahora es que miren de verdad por sus ciudadanos, y que cuando se retiren de la vida política no lo hagan con cuentas bancarias millonarias.

Izquierda española: Para mí, es un sinónimo de decadencia y pésima gestión de los recursos públicos. Respecto al PSOE, la misma Beatriz Talegón, en su discurso “revolución en un hotel de 5 estrellas”, nos ha dejado patente que el partido aún no ha resuelto sus propios problemas internos y por lo tanto, en estos momentos, no son una opción a votar.

Derecha española: Para mí, es una derecha rancia, corrupta y cargada de caciquismo, con una total falta de empatía ciudadana.

Es triste, pero en España, no hay altura política, esto unido a que el sistema electoral hace prácticamente imposible la entrada de un nuevo partido, pero esto ya es otro tema.

Nota: He preferido no dedicar ninguna entrada al bochorno que ha tenido lugar hoy en el Congreso, con ese gran ejercicio de transparencia por parte de nuestros políticos. En su interior y a puerta cerrada, un banquero italiano les da instrucciones de lo que tienen que hacer y dejándonos muy claro que no son los políticos los que realmente nos gobiernan.